COVID19: Incidencia de los cambios en la logística y cadena de suministros en la determinación de los Precios de Transferencia

Es público y notorio que la crisis originada por la pandemia del virus COVID-19 ha traído grandes retos a nivel social y económico, obligando a la colectividad y, en especial a las empresas, a reformular su forma de actuar en todos los sentidos sin planificación previa. No obstante, en ocasión a lo disruptiva de la situación, muchas empresas ni siquiera se han puesto a pensar en las consecuencias fiscales que pueden conllevar estos cambios ni mucho menos en la determinación de los precios de transferencia, pudiendo traer consecuencias negativas en el mediano plazo.

Uno de estos aspectos es que, con la mayoría de los países en bloqueo total o parcial, la realineación de la creación de valor a lo largo de la cadena de suministro de una empresa es crucial, para poder sortear esta situación desde el punto de vista operativo, no obstante, es muy importante considerar la implementación de estos cambios desde una perspectiva de precios de transferencia.

Cualquier cambio en el perfil funcional de una entidad de grupo multinacional, como el desempeño de funciones adicionales de valor agregado debido a la realineación de la cadena de valor, tendría una relación con la caracterización económica de la entidad, en línea con los riesgos adicionales asumidos y los activos de la entidad, y en consecuencia, la remuneración atribuible a la entidad debe estar a la par con esta caracterización.

Considerando que el efecto de la pandemia varía de país en país, los grupos multinacionales pueden considerar la reubicación de funciones adicionales de forma remota a países que experimentan un bajo impacto. El efecto de tal transición puede cambiar temporalmente la asignación de ganancias entre las entidades del grupo multinacional en línea con sus funciones, activos y riesgos.

Una de las transformaciones más comunes de la cadena de suministro en estos tiempos, es la migración desde plataformas físicas a digitales para garantizar la continuidad del negocio, lo que conllevaría una nueva asignación de costos, funciones y riesgos entre las entidades del grupo. Del mismo modo, las entidades claves dentro de un grupo pueden estar basadas en otras jurisdicciones fiscales y estar obligadas a realizar negocios a través de plataformas digitales. Esto podría conducir a la creación de un establecimiento permanente en suelo extranjero y a la imposición de impuestos sobre la base de plena competencia.

Además, estos cambios y la propia situación sanitaria conllevan una nueva presunción y asignación de riesgos, y los costos asociados a estos dentro del grupo multinacional, lo cual evidentemente afecta la determinación de los Precios.

Para Rafael Villa Martinez, Profesor de Ciencias del Transporte y Logística de la Universidad Camilo José Cela de España, estos nuevos riesgos a considerar pueden ser:

• Riesgos macro (desastres humanitarios, guerras, política de aranceles)
• Riesgos de demanda (fallos de previsión, cambios en los patrones de compra, etc.)
• Riesgos de fabricación (huelgas, explotación de trabajadores, etc.)
• Riesgos de suministro (paradas en la producción, etc.)
• Riesgos de transporte (accidentes o controles gubernamentales)

Todo lo anterior, puede cambiar la base gravable de la empresa en cada jurisdicción y, en consecuencia, las entidades del grupo que tienen la obligación de presentar los informes país por país y el archivo maestro deben ser extremadamente cautelosas con respecto a la información proporcionada en estos, en función a estos cambios.

Por un lado, los informes país por país pueden presentar indicadores sesgados de riesgo fiscal en comparación con las revelaciones de años anteriores, como lo sugirió la OCDE este año. Por otro lado, algunas secciones del archivo maestro deben volver a redactarse si cambian las políticas del grupo. Por lo tanto, la necesidad de documentar la justificación y la razón de cualquier cambio en la cadena de suministro debe ser sólida en el archivo maestro anual del grupo.

En consecuencia, la documentación adecuada que justifique los cambios realizados puede salvaguardar posibles revisiones fiscales a futuro para el grupo.

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