NIIF UN DESAFÍO PARA EL PROFESIONAL DE LA CONTADURÍA PÚBLICA

El Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoria en El Salvador, acordó en fecha 02 de septiembre de 1999 que “En la preparación de los estados financieros deberán usarse las Normas Internacionales de Contabilidad dictadas por el Comité de Normas Internacionales de Contabilidad (IASC) y/o aquellas regulaciones contables establecidas por este consejo"; sin embargo, aun y cuando estamos próximos a cumplir 20 años desde la entrada en vigencia de dicho acuerdo, muchas de las compañías se rehúsan a reconocer y medir los elementos que conforman los Estados Financieros conforme a la normativa técnica.

Asimismo, el artículo 443 del Código de Comercio vigente en el salvador, establece que: “Todo balance general debe expresarse con veracidad y con la exactitud compatible con sus finalidades, la situación financiera del negocio en la fecha a que se refiera. Sus renglones se formarán tomando como base las cuentas abiertas, de acuerdo con los criterios de estimación emitidos por el consejo de vigilancia de la profesión de contaduría pública y auditoría, y en su defecto por las normas internacionales de contabilidad”.

Ahora bien, es importante preguntarnos ¿Por qué si existe una regulación vigente, no se da el debido cumplimiento? 

Respuestas a dicha interrogante hay muchas que van desde evitar conocer el tema, escudarse en la complejidad de su contenido, hasta la falta de preparación académica por parte de los profesionales en contaduría pública.

Considerando que las Normas Internacionales de Información Financiera en su versión completa o en su versión para Pequeñas y Medianas Entidades, buscan no solo unificar el criterio contable, sino también, que los estados financieros de las compañías presenten información relevante, prudente, integra, fiel, comprensible y oportuna, es importante que tanto activos, pasivos, ingresos y egresos se encuentren acorde a los criterios de reconocimiento y medición establecidos en dichas normativas; entendiendo por reconocimiento al: “Proceso de incorporación en el estado de situación financiera o en el estado de resultado integral de una partida que cumpla con la definición de un elemento y que satisfaga los siguientes criterios: que sea probable que cualquier beneficio económico asociado con la partida llegue a, o salga de la entidad, y que la partida tenga un costo o un valor que pueda ser medido con fiabilidad”.

Por otro lado, la normativa técnica establece que la medición comprende el: “Proceso de determinación de los importes monetarios por los que se reconocen y registran los elementos de los estados financieros en el estado de situación financiera y el estado de resultados integral”.

Conforme a los conceptos de reconocimiento y medición descritos en la normativa técnica, podemos determinar que el elemento debe existir y ser cuantificado monetariamente para que forme parte de los estados financieros de la entidad, entendiendo que un juego de estados financieros básicos, deberá incluir un estado de situación financiera, estado de resultados, estado de cambios en el patrimonio, estado de flujos de efectivo y notas a los estados financieros, los cuales servirán de base para la toma de decisiones y evaluar si la compañía tiene la capacidad para continuar su funcionamiento.

La importancia de dar cumplimiento a un marco contable internacional, conlleva a que el profesional de la contaduría pública desarrolle habilidades que van desde la capacidad de análisis hasta la utilización de herramientas tecnológicas que faciliten la realización de cálculos matemáticos y estadísticos; no obstante, puede requerirse del apoyo de un especialista para alguna área en específico.

Aún y cuando la comprensión de las normas técnicas tiende a ser compleja en algunos casos, la necesidad de conocer y manejar el lenguaje contable internacional es cada días más fuerte en nuestro medio, razón por la cual no podemos encasillar que es un tema de especialistas, sino más bien, un tema de interés que día a día toma fuerza entre los profesionales de la contaduría pública, por lo que es responsabilidad del mismo profesional, fortalecer sus conocimientos en la materia.