Competencias laborales, una opción de crecimiento profesional

Las empresas demandan personal capacitado en competencias laborales, que cuenten con los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarios para realizar eficazmente las actividades inherentes a un perfil de puesto, cuya labor asegure procesos, productos y servicios con alto grado de calidad.

Por ello, actualmente, no es suficiente que un profesionista que egresa de una licenciatura tenga un amplio conocimiento sobre un tema, sino también la capacidad técnica para aplicar procedimientos en actividades manuales y, no menos importante, la actitud o los valores para desarrollar una tarea.

Con base a mi experiencia en la certificación en estándares de competencia y mi práctica pedagógica, destaco dos razones por las cuales certificarse en competencias laborales una vez que se egresa de una licenciatura es de enorme utilidad:

1. Valor curricular
2. Mayor preparación profesional   

1. Valor curricular

Hasta ahora, la preparación universitaria, sigue siendo la vía para formar a profesionistas en habilidades y conocimientos de una determinada área de conocimiento, por tanto, el título que expide la universidad y que valida las competencias del profesionista es un documento importante para cubrir el requisito más solicitado de un empleo.

No obstante, al concluir la universidad, los estudiantes afrontan diferentes circunstancias personales, sociales o familiares que impiden certificar sus estudios, es decir, obtener un título universitario. Razón por la cual las oportunidades para obtener un puesto laboral son menores, ya que no tener este documento que valide la finalización de estudios académicos aporta poco valor curricular para desempeñarse como profesionista en determinada área laboral.

Es así como el profesionista que recién culmina una licenciatura (sin título académico) y presenta un currículo en el cual destaca sus habilidades y conocimientos requiere respaldar las competencias mediante un documento expedido por una institución oficial.

En consecuencia, los profesionistas comienzan a buscar opciones para continuar preparándose y aumentar el valor de su currículo. La mayoría recurre a cursos que complementen la formación que han recibido en la academia, sin embargo, pocas veces obtienen beneficios reales.

En algún momento seguí el mismo camino y reflexioné sobre el poco beneficio que daban a mi currículo este tipo de cursos. Entonces, certificarme por competencias fue una opción viable para desarrollar las competencias con las cuales no contaba para crecer en el ámbito laboral. Estas certificaciones con aval de la SEP dieron mayor visibilidad a mi currículum, incluso una descripción con mayor valor de un perfil competente, debido al documento oficial que emite el CONOCER que respalda que se es competente para desempeñar las actividades laborales que demande un área específica del sector productivo.

2. Mayor preparación profesional 

Al término de los estudios universitarios, un compromiso que todo profesionista necesita asumir es continuar con la preparación y actualización de conocimientos que adquirió en su trayectoria escolar, no solo como crecimiento profesional y personal, sino también como una formación que aporte y ayude a la solución de problemas que enfrentan las organizaciones, instituciones y empresas donde busca trabajar

Así, una pregunta que el egresado universitario debe hacer es ¿Qué me hace destacar para obtener un puesto de trabajo respecto del resto de los profesionales? Esto no es sencillo porque los conocimientos y habilidades que se adquieren en la carrera en ocasiones son poco cercanos a las funciones que se requieren cumplir en el campo laboral. Por tanto, certificarse por competencias laborales permite una mayor preparación profesional porque los estándares de competencia están diseñados para que la persona que se capacite desde cero y desarrolle la competencia que le permita trabajar en un sector productivo.

Certificarse en competencias laborales aporta un marco de referencia que asegura a la empresa, organización o institución que la persona es competente para desempeñar una actividad con los conocimientos, habilidades y valores necesarios para desarrollar un trabajo de calidad. Entonces, el profesionista no debe considerar este tipo de certificación como un complemento a los estudios académicos, sino como una formación necesaria que le permita desarrollar y ampliar aquellas competencias que demanda el mercado laboral.

La persona estudia una carrera universitaria y, durante este periodo, adquiere las bases científicas, filosóficas y sociales para ejercer la profesión. Al egresar de esta y adherirse al campo laboral, se da cuenta de la imperante necesidad de seguir preparándose y complementar su formación académica con diferentes certificaciones que le permitan desempeñar una labor ética, responsable y competente en el trabajo, no solo asumiendo un compromiso con su crecimiento personal y profesional, sino también con el de la institución, empresa u organización.

De acuerdo con la organización para la cooperación y el desarrollo económico (2019): “tanto para las personas como para las empresas, los títulos educativos se han vuelto menos fiables como garantía del nivel de competencias. Además, el dinamismo del mercado laboral requiere opciones más individualizadas, flexibles y granulares.”.

Por tanto, actualmente, el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) tiene un registro de 1169 estándares de competencia, en los cuales el profesionista puede capacitarse para adquirir los conocimientos, habilidades y actitudes del sector productivo en el cual requiera prepararse o tenga interés de ejercer competentemente.  

Te invito a conocer las competencias que certifica nuestro Centro evaluador y a contactarnos para poder guiarte en el siguiente paso hacia tu desarrollo profesional.

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