¿Por qué es importante la asesoría legal proactiva, en las buenas prácticas corporativas de las empresas?

Una de las principales razones por las que una empresa empieza la búsqueda de especialistas en la materia Legal, Corporativa y Fiscal, es por el desconocimiento de las obligaciones a las que están sujetas desde el momento de su constitución.

Es mucho más sano para una empresa, contar con una estructura sólida y abordar sus necesidades y obligaciones previo a la existencia de un problema real. Es decir, la mejor manera de evitar problemas tanto con sus clientes, proveedores, o con la propia autoridad, es mantener estos pilares firmes desde el momento en el que surge ante la vida jurídica dentro de la sociedad, en otras palabras: “Es mejor prevenir, que lamentar”.

Desgraciadamente, muchas empresas buscan asesoría y auxilio por parte de los expertos, una vez que se encuentran frente a un problema por falta de cumplimiento o falta de proactividad, mismo que sucede por muchas circunstancias, algunas de ellas ajenas al propio funcionamiento, pero me atrevo a decir que la gran mayoría surge por no darle la importancia y seriedad que le corresponden.

En mis años de experiencia, me he dado cuenta de que esta falta se debe a muchos factores, tanto económicos, sociales, conflicto de intereses, o simplemente porque nunca se consideró la posibilidad de un riesgo inminente. Además de las sanciones económicas que estos problemas pudieran causarles, siempre existe la posibilidad de que, si el problema persiste y se sale de control, la sociedad pudiera verse obligada, ya sea por decisión propia o por mandato judicial, a optar por la disolución de la empresa, arriesgándose esta a perder el negocio que con años de esfuerzo y dedicación han trabajado.

Las buenas prácticas corporativas, y el atento cumplimiento a las obligaciones que les corresponden, pueden evitar en un alto porcentaje muchas de estas situaciones que pudieran:

(i) Poner en riesgo el negocio.

(ii) Arriesgar el propio patrimonio social.

(iii) Generar cierta responsabilidad por parte de sus administradores.

Actualmente, no sólo la sociedad o sus administradores pudieran estar sujetos a procesos de índole civil, si no, llegar a incurrir en responsabilidad penal, tema que abordaré a detalle en otra ocasión.

En la gran mayoría de las ocasiones resulta incluso mucho más costoso arreglar un problema que tomar medidas preventivas y crear un blindaje legal corporativo con un profesional. Haciendo esto, se puede contar en todo momento con la seguridad y tranquilidad de que su negocio funciona de forma óptima, no solo por la cuantía de las utilidades, sino también porque no se encuentra asumiendo riesgos innecesarios.

Las buenas prácticas corporativas deben ser, en todo momento, un tema de relevancia en las reuniones internas y en las propias asambleas que celebren las empresas. El documentar las actividades que deben llevarse a cabo, o en su caso, establecer metas, parámetros y tiempos para su cumplimiento, siempre conforme a lo establecido en la Ley y los Estatutos Sociales, no sólo genera orden, si no también propicia buenas costumbres en materia de cumplimiento.

Atento a esto, invito a todas las pequeñas y medianas empresas a que:

(i) Busquen una asesoría legal proactiva y no solamente obtengan una asesoría legal reactiva.

(ii) Se asesoren por especialistas reconocidos en la materia, con experiencia

(iii) No dejen pasar el tiempo, y actúen desde el momento de su constitución - incluso previo a la decisión de constituir - se informen en materia de responsabilidad y de su alcance.

Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de Grupo Consultor EFE™️