Compromiso

Solo deseaba que este fin de semana llegara a su fin. A pesar de haber estado los últimos tres días aprendiendo de los mejores del mundo de los negocios en el GrowthCon en Las Vegas, escuchando historias impactantes y perspectivas sumamente enriquecedoras de estos individuos que han alcanzado niveles estratosféricos de éxito en distintas industrias y con diferentes "backgrounds", y a pesar también de que la suerte estaba de mi lado y me estaba embolsando buenas ganancias en el juego, SOLO QUERÍA REGRESAR para comenzar a hacer ajustes en mi negocio y escalar al siguiente nivel. Notas, ideas, discusiones, emociones, visiones y decisiones, fueron las constantes durante estas últimas 72 horas.

Algunos le llamarán a esto pasión, otros motivación, o habrá quien diga que es un instinto por crecer... pero para mí, simplemente es un COMPROMISO CONMIGO MISMO. Un compromiso por ser diferente, evolucionar, acceder a una mejor vida para mí, mi familia y mis colaboradores. Un compromiso por estar en una posición de impulsar a otros a ser la mejor versión de sí mismos. Compromiso por llegar a ser tan grande, o más, que la gente a quien escuché muy atentamente estos días. Jamás como el promedio.

"Compromiso" es una palabra que considero muy poderosa. Nos vuelve responsables y amos tanto de nuestras acciones, como de nuestra inacción. Es el compromiso el que nos impulsa a movernos, a salir de la zona de confort y dar la cara con la mejor actitud aun en las peores situaciones. La disciplina se alimenta de compromiso, y quienes me conocen, saben que para mí no hay nada más importante que la disciplina.

Reflexiona: todos los días adquirimos compromisos de todo tipo aunque no seamos muy conscientes de ello: al ordenar comida (compromiso con nuestro cuerpo y nuestra salud), al adquirir un crédito (compromiso económico, usualmente el más tangible para todos), al ayudar a aquel que lo necesita (compromiso con nuestra comunidad), al devolver algo que no nos pertenece (compromiso con nuestros valores), al proteger al indefenso (compromiso con la justicia), pero toma un respiro y responde con absoluta consciencia: ¿realmente estás comprometido contigo mismo?

Todas las decisiones que hoy estás tomando, desde las cosas más simples y mundanas de tu día, como la hora a la que te levantas de la cama o dar los buenos días a extraños en el elevador, hasta la calidad y el rendimiento que imprimes en tu trabajo, generan un impacto en tu vida y en tu sistema, y suman (mucho, poco o nada) a la versión futura de tu persona y la del medio en el que quieres estar. ¿Te das cuenta como el compromiso personal trasciende y permea a tu alrededor?

Así pues, ¿son tus pequeños actos diarios congruentes con esa gran persona que quieres llegar a ser? Para mí, esta reflexión es potente, como si te desnudara y te quitara cualquier filtro o defensa que cargas, para mostrarte por un momento vulnerable, honesto y transparente contigo mismo. Piensa en ella y cuestiónate constantemente para mantenerte en sintonía con ese compromiso.

Por otro lado, si no te sientes 100% seguro de lo que he compartido en estas líneas, tal vez sea momento de pausar unos minutos, reflexionar y terminar haciendo un compromiso con la persona más importante del mundo: TÚ. Y recuerda: obsesiónate, o prepárate para ser del promedio.

Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de Grupo Consultor EFE™.