Antecedentes de la educación formal

Anteriormente, poseer un título profesional era sinónimo de tener la vida resuelta, sin embargo, con el paso del tiempo, se puede observar cómo el valor de un título universitario pasó de ser un distintivo en el mercado a un requisito indispensable.

Los hechos indican una tendencia hacia la especialización, donde la preparación académica y las credenciales se están tornando cada vez más en la norma y no siempre a cambio de una remuneración digna.

Tomando en cuenta este último punto, podemos concluir que dicha tendencia solo continuará agravándose, hasta que el estudio formal pierda su validez como medio de acreditación de conocimientos y sea reemplazado finalmente por aquellos medios de aprendizaje no formal e informal.

Adicionalmente, otro problema estructural de la educación formal es su periodo de actualización, pues, en promedio, un plan de estudios se actualiza cada 4 años, periodo que muchas veces no empata con el cambio en la dinámica del mercado.

 Es por esto que los organismos e instituciones a cargo de la educación formal han tomado cartas en el asunto, impulsando un nuevo tipo de educación estandarizada, pasando de una educación meramente académica a una con un enfoque por competencias.

En México, el CONOCER es un claro ejemplo de cómo una institución pública toma la iniciativa de aplicar un sistema de clasificación de competencias con este enfoque en mente, modelado de su contraparte americana el “Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN)”, el cual sirve como base para el programa mexicano.

La ventaja de este tipo de sistemas, a diferencia de su contraparte tradicional, recae en su enfoque en habilidades de alta demanda, así como de su periodo de actualización de dos años en promedio. Asegurando de esta manera la disponibilidad de un catálogo de competencias con alto valor curricular para el mercado y elevando el nivel técnico y de preparación de los mexicanos.

¿Por qué un consultor?

El hecho de elegir la consultoría como punto de partida para un emprendimiento recae en el alto impacto que este tipo de práctica deja en el mercado, aunado a la dificultad de automatizar el pensamiento y análisis de situaciones atípicas, características únicas e inherentes al ser humano.

En otras palabras, emprender en el mundo de la consultoría implica enfocarse a una carrera profesional a prueba del futuro. Con esto en mente, adentrarse en estas prácticas implica una gran oportunidad de negocio.

En Grupo Consultor EFE™, trabajamos de la mano del CONOCER para poner a tu disposición una certificación con aval federal, misma que te dará las herramientas indispensables para emprender en una práctica de alto valor en el mercado.

Te invitamos a descargar el estándar de competencia y a contactarnos para brindarte más información.

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